Los gatos son conocidos por su agilidad, saltando sin esfuerzo de una superficie a otra. Por lo tanto, es comprensible que te preocupe si tu ágil gato de repente se tambalea y parece un poco borracho.
Un gato que se vuelve descoordinado sin previo aviso podría tener una enfermedad vestibular, una condición rara que afecta a gatos de todas las edades y razas.
La enfermedad vestibular no pone en peligro la vida, pero puede hacer que los gatos se sientan incómodos. Reconocer los signos de la enfermedad te ayudará a saber cuándo es el momento de llevar a tu gatito tambaleante al veterinario.
¿Qué es la enfermedad vestibular en los gatos?
Vestibular es un trastorno del sistema vestibular responsable del equilibrio y la coordinación. Este sistema también ayuda a los gatos a mantener la orientación y tener un sentido de orientación.
El sistema vestibular está ubicado en el oído interno y la médula (parte inferior del cerebro), con nervios que conectan los dos sitios.
Cuando algo afecta el sistema vestibular, los gatos pierden el equilibrio y la coordinación.
¿Qué causa la enfermedad vestibular en los gatos?
En muchos casos, la enfermedad vestibular en los gatos es idiopática, lo que significa que se desconoce la causa. Las posibles causas se enumeran a continuación:
- Inflamación del oído medio o interno
- Tumores, especialmente en gatos mayores
- Medicamentos que son tóxicos para el oído.
- pólipos (crecimientos benignos)
- enfermedad inflamatoria
- Trauma de la cabeza
La genética también puede jugar un papel. Los gatos siameses y birmanos son propensos a desarrollar enfermedades vestibulares.
¿Cuáles son los signos de la enfermedad vestibular en los gatos?
Los signos de enfermedad vestibular aparecen repentinamente y están relacionados con la falta de coordinación y equilibrio.
Una inclinación pronunciada de la cabeza es un signo revelador de la enfermedad. Otros personajes se enumeran a continuación:
- Confusión
- Tropezón
- Círculo al lado
- vocalizando atormentado
- Rodar por el suelo
- Apoyarse en muebles o paredes
- Nistagmo (movimiento ocular involuntario)
- Caída de la cara (visto en tumores y enfermedades inflamatorias)
Los gatos con enfermedad vestibular también experimentan náuseas y vómitos y se niegan a comer.
Los signos a menudo empeoran dentro de las 24 a 48 horas posteriores al inicio y luego comienzan a mejorar.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad vestibular en los gatos?
No existen pruebas específicas para diagnosticar la enfermedad vestibular. En cambio, un veterinario utilizará un historial médico, un examen físico y una variedad de pruebas de diagnóstico para diagnosticar la afección y tratar de identificar la causa subyacente.
Debido a que la causa subyacente puede ser grave, los gatos que muestren signos de enfermedad vestibular deben recibir atención veterinaria inmediata.
Para el historial médico, su veterinario le hará preguntas como estas:
- ¿Qué síntomas has notado?
- ¿Cuándo aparecieron los primeros síntomas?
- ¿Qué medicamentos está tomando tu gato actualmente?
- ¿Tu gato ha sufrido recientemente un traumatismo craneal?
- ¿Tu gato tiene antecedentes de infecciones del oído medio o interno?
El examen físico también incluye un examen otoscópico (examen del oído) y un examen neurológico.
Las pruebas de diagnóstico incluyen análisis de sangre, análisis de orina, radiografías y análisis de secreción del oído. Las pruebas de diagnóstico avanzadas, como la resonancia magnética, pueden estar justificadas si su veterinario cree que el problema se encuentra en lo profundo del cerebro o el oído de su gato. También se puede requerir un análisis del líquido cefalorraquídeo.
Incluso con las pruebas de diagnóstico, tenga en cuenta que la causa de la enfermedad vestibular en los gatos a menudo sigue siendo desconocida.
¿Cuál es el tratamiento para la enfermedad vestibular en gatos?
El tratamiento de la enfermedad vestibular se basa en la causa subyacente cuando se puede identificar. Por ejemplo, una infección bacteriana del oído medio se trata con antibióticos. Una condición inflamatoria en el oído se trataría con medicamentos antiinflamatorios.
Si esta causa permanece desconocida, el tratamiento será sintomático. Por ejemplo, se prescriben medicamentos contra las náuseas o los vómitos para reducir las náuseas y los vómitos de su gato.
Debido a que la enfermedad vestibular hace que los gatos se vuelvan inestables y descoordinados, debe mantener a su gato seguro y cómodo durante el tratamiento:
- Mantenga a su gato en un área segura y confinada para evitar lesiones.
- Coloque los tazones de comida y agua de su gato y la caja de arena cerca de su gato.
- Ayuda a tu gato a comer y beber hasta que recupere el equilibrio y la coordinación.
- Cambie la posición de su gato cada pocas horas para prevenir las úlceras por presión.
Los gatos con enfermedad vestibular a menudo se recuperan por completo en unos pocos días o semanas, sin daño residual ni recurrencia. Si la causa subyacente es irreversible, un gato puede seguir teniendo síntomas a pesar del tratamiento.